Los países africanos e islámicos -oriente medio- son muy dependientes del trigo ruso y europeo.
¿Segunda primavera árabe en perspectiva?
Los riesgos de contagio están ahí. Pero sobre todo, no intentemos jugar a analista geopolítico. Lo cierto es que la situación se puede intoxicar, y más considerando la estupidez, ceguera y emoción (en lugar de razón) de Occidente (y en particular de Europa). En lugar de arreglar las cosas, parece que las queremos empeorar. La OTAN juega a ser de los buenos... pero encadena las provocaciones a Rusia. Una pena todo esto... pero a la vez esclarecedor, para el que quiera ver y aprender.